A GRAN CANARIA se la conoce como el continente en miniatura. Una amplia diversidad de paisajes están reunidos en esta isla de 1.532 kilómetros cuadrados de superficie y 236 de longitud. En sólo un día se puede disfrutar de las playas de arena rubia que jalonan los 240 kilómetros de costa, llegar hasta las extensas dunas de arena del sur, contemplar la belleza de sus barrancos o los fríos acantilados del norte, cruzando por los pinares del interior.
La guinda de este pastel de contrastes la pone el clima cálido de la isla, con una media de 24 grados en invierno y en verano. Y es que Gran Canaria, todavía hoy, sigue siendo la gran desconocida. Muchos le atribuyen erróneamente el nombre de Las Palmas. Pero esta denominación está mal empleada. No existe. El nombre completo de su capital es Las Palmas de Gran Canaria y el de la isla, Gran Canaria, a secas. Las Palmas no es nada. Territorio de nadie. Por ello, es necesario desvelar todos sus secretos y aclarar absurdas confusiones que distan de la realidad. Mostrar todos sus rincones paradisíacos y exponerlos a la luz. Al sol que destilan sus paisajes variopintos.
La isla cuenta con un total de 21 municipios llenos de encantos naturales. Cada uno posee sus peculiaridades, pero todos gozan de una esencia única: el espíritu acogedor de sus gentes. La hospitalidad canaria hace que nadie se sienta forastero. El turista es un amigo, más que un visitante. Sol, playa, montaña, dunas, volcanes, barrancos, calles históricas, carnavales, fiestas, conciertos y festivales. Todo se funde en un mismo destino. La aventura, el descanso y la diversión. Y es que si nos ponemos a imaginar una isla�?ésa es Gran Canaria.
Las vacaciones de sol y playa ya están consolidadas, pues el principal atractivo de la isla son sus más de 128 playas bañadas por el Atlántico. De arena dorada u oscura, de origen volcánico, grandes y pequeñas, playas vírgenes, calas de agua cristalina�?Una variedad que permite además la práctica de diversos deportes náuticos, como el surf, el windsurf, la vela, el esquí acuático, el buceo o la pesca de altura.
Las playas más emblemáticas y exuberantes son la de Las Canteras, en medio de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria; y Maspalomas, en el sur, famosa por sus dunas doradas, que transportan al turista hasta un desierto de ensueño en el que se pueden hacer divertidas excursiones a camello. También destacan en la costa sur la playa del Inglés y Puerto Rico. Sin embargo, desde hace unos años ha crecido el turismo rural, de tal forma que ha aumentado la red de casas centenarias rehabilitadas, con más de 500 plazas de alojamiento distribuidas por toda la isla. Los amantes de la naturaleza y el medio ambiente pueden disfrutar de más de 307,8 kilómetros de caminos destinados a la práctica del senderismo, cicloturismo, escalada, trekking o equitación. Todo ello acompañado de las mejores condiciones climáticas.
Un dato que refleja la importancia de la naturaleza en la isla es que el 43% de su superficie está declarada “espacio natural protegido�? frente a la media europea que es de un 13%. La diversidad de microclimas ha favorecido el desarrollo y conservación de especies de la flora en nuestro planeta y, como en las islas Galápagos, se distingue la evolución de la fauna. Esta oferta ecológica también acoge la práctica de diversos deportes de riesgo.
Los amantes de la cultura podrán gozar de una increíble gama de opciones. Por una parte, arqueología y prehistoria. Gran Canaria cuenta con vestigios difíciles de encontrar en Europa, apoyados por la mayor colección de momias cromañoides del mundo, que están en el Museo Canario, en la capital de la isla. Por otro lado, destacan los parques acuáticos y temáticos, los espacios para el ocio digital o juegos en red y los locales de ocio nocturno. Además, es muy importante el folclore y las fiestas populares, como los conocidos Carnavales de Gran Canaria.
La agenda cultural es muy completa durante todo el año: festivales de música clásica, ópera, músicas del mundo, festivales de cine, teatro y danza, encuentros literarios y exposiciones de arte contemporáneo en los diversos museos que se encuentran repartidos por toda la isla. Gran parte de esta oferta lúdica se encuentra en la capital, Las Palmas de Gran Canaria. Esta ciudad goza de un espíritu cosmopolita, turístico y costero, al mismo tiempo que conserva la tranquilidad de los pequeños pueblos y aldeas de la zona rural. La isla es también un lugar ideal para ir de compras debido a la baja fiscalidad de sus productos. Sin embargo, cada municipio entraña maravillas escondidas entre sus calles y cascos históricos, que encierran el color del arte. Se puede hacer excursiones por las escarpadas montañas, asistir a conciertos, navegar en un velero o simplemente contemplar una espléndida puesta de sol. Y otro atractivo más: la gastronomía local. Un añadido que pone una pizca de gusto y sabor a los pueblos y las villas del interior.
El clima de Gran Canaria también ha hecho realidad el sueño de los amantes del golf. La isla fue pionera en España en la práctica de este deporte, estrenando su primer campo en 1891. En la actualidad cuenta con seis campos de golf de primera categoría, por lo que se ha convertido en un lugar obligado para aficionados y profesionales. En Gran Canaria también se pueden encontrar cuidados y mimos. El turismo dedicado al bienestar ha incrementado estos últimos años. En este sentido, hay balnearios con servicios de talasoterapia, hidroterapia, relajación, centros de belleza y tratamientos de rehabilitación, o para reumatismos crónicos, lesiones ulcerosas y afecciones cutáneas.
Otra opción que está muy en boga es la de combinar el placer con el trabajo. Esta isla redonda cuenta con tres palacios de congresos, dotados de modernas infraestructuras. Toda esta variada oferta, hace que Gran Canaria sea un destino turístico de primera categoría, que cuenta además con una excelente oferta hotelera, con más de 130.000 plazas turísticas. Es posible encontrar alojamiento para todos los gustos, desde espectaculares hoteles con todo tipo de servicios hasta bungalows y villas privadas con jardín, ideales para unas vacaciones en familia.
Dejemos de imaginar�?Gran Canaria está cerca. En sólo dos horas y media en avión, desde Madrid, y tres desde Barcelona, se puede disfrutar de su belleza tropical y su singularidad paisajística.